
Yo, volviéndome una estopa
que anhela quedarse escondida
en las hendiduras de su alma
no me sueltes, aunque no diga nada,
no me sueltes
y llena mi aljaba con tu mirada
para asesinar la ausencia y el engaño
de interminables insomnios desparramados
en tantas horas pasadas.
Poema tomado del Libro Historia de Insomnios y delirios
publicado en el 2014, encuadernado artesanal
Lo atesoro mumuchísimo, gracias a los dioses por darme la oportunidad de conocerla.